Hoy te vengo a hablar de uno de los “males” que afecta a la mayoría de personas, y a mí la primera.
Te pongo en situación. Había organizado un sorteo de un ejemplar de Tupper Master en la página de Facebook comprometiéndome a dar el resultado en directo.
Sería mi primer Facebook Live y así lo había decidido ya que quería que el resultado fuese 100% verídico, vamos, que la gente pudiera ver que no me lo estaba inventando.
El plazo para participar era del 26 de septiembre hasta el 3 de octubre y el día del veredicto era el 4. Total que la fecha llegó, no hice el sorteo y fueron pasando más días, semanas y hasta más de un mes (vale, se me fue mucho la olla).
Que si no estaba bien arreglada, que si estaba cansada, que si no era el momento, que si no recordaba el nombre del programa para hacer el Facebook Live. Total, que cada día encontraba miles de cosas mejores que hacer que sortear el libro…
Aunque te estoy contando uno de mis episodios más “dramáticos” de procrastinación en lo que llevamos de año, sé que es algo que ocurre a muchas más personas. Así que en este post voy a desmigajar el lado oscuro de este vicio para que no vuelvas a caer en sus zarpas nunca más. O para que al menos, sepas cómo liberarte de ellas mucho más rápido.
Por qué dejamos las tareas para después [El porqué de la procrastinación]
El profesor de psicología Wayne W. Dyer lo dejó claro en su libro Tus zonas erróneas:
“No es necesario derramar una sola gota de sudor para postergar cualquier cosa”
Vamos, que si postergar nos costara un gran esfuerzo, ya te digo yo que nadie lo haría.
Y ahora respondiendo a la pregunta, vemos que la postergación funciona así:
- Sé que debo hacer X
- Tengo miedo a hacerlo mal / no me gusta hacerlo
- Me digo a mí mismo que lo haré en el futuro (así no tengo que admitirme a mí mismo que no lo haré)
- Me acepto mejor a mi mismo con el razonamiento anterior
Sé que cuesta de admitirlo pero no podrás negarme que es verdad.
¿Está la postergación afectando tu vida?
Si la postergación solo nos afectara a pequeña escala, no sería algo tan grave. Por ejemplo, el hecho de hacer un Facebook Live o no hacerlo, o de comprarte una entrada para el cine esta semana o hacerlo la siguiente, tienen un efecto muy pequeño.
¿Pero qué me dices de seguir en un trabajo que no te está aportando nada y que no te deja crecer?
¿Y de aferrarte a una relación que hace tiempo dejó de funcionar?
Otros ejemplos son: negarte a ir al médico cuando “temes” que “puedan encontrarte algo”, no encontrar tiempo para las tareas del hogar, ni tampoco para empezar una dieta o ir al gimnasio con regularidad.
En todos los casos mencionados la postergación es mucho más sencilla que tomar acción.
¿Pero es realmente lo que te hará feliz a la larga?
Algunos de los motivos por los que postergamos
Cuando encontramos una “excusa” para dejar algo para después, no hacemos más que racionalizar, y este razonamiento está compuesto de la siguiente manera:
1/3 Autoengaño o Decepción
2/3 Escapismo
Si dejas de barrer el piso cuando esta es tu tarea, es muy probable que haya otra persona que lo haga por ti.
Si en cambio, decides “seguir como estás” en vez de ponerle remedio al trabajo o a la relación que ya dejó de llenarte, eliminas la posibilidad de un cambio y todos los riesgos que comporta.
Es más, mientras esperas que todo mejore, puedes culpar al mundo de tu infelicidad, o a las malas notas de tus hijos, o a la dependienta que te respondió mal.
También puedes justificar un rendimiento pobre: “el trabajo no me quedó mejor ya que no tuve más tiempo”. Ejem… ¿y si hubieras puesto antes?
No solo eso, la postergación también te hace evitar el éxito. Si no triunfas, evitas tener que sentirte bien contigo mismo y tener que aceptar las responsabilidades de ser más exitoso.
Sí, ya sé que tal vez ahora te estés sintiendo así:
Del palo, “¡oh, no si es que lo hago todo mal!”. Tranquilo, a continuación te doy las fórmulas que a mí me han servido para ponerle remedio. Aunque como te dije al inicio del post, hay veces que recaigo.
5 formas de vencer a la procrastinación
– Haz un planning inamovible. Es algo que hago todos los domingos por la tarde. Me siento durante una hora y escribo en mi agenda qué haré cada uno de los días de la semana: tareas para mejorar Sé tu Chef, los platos que comeré y cuándo los cocinaré, los días libres para quedar con amigos y efectivamente, cuando haré las tareas que no me apetece hacer.
¿Te puedes imaginar que algunas solo me quitan 5 minutos? Como por ejemplo, pagar el alquiler o la factura de la luz. Pero solo de pensar en abrir la app de mi banca online…
El truco es partir de que todas las tareas que planeaste van a darte una pereza tremenda de todas formas. De modo que cuando llegue el momento no harás caso a ninguna excusa o mensaje de tu mente. Es decir, no hacerlo no será una opción disponible.
– Reserva 10 o 15 minutos al día (o a la semana) a empezar una tarea que llevas mucho tiempo postergando. Verás que una vez la tengas “empezada”, -y créeme que con 10 minutos es suficiente-, terminarla será mucho más fácil.
– Pregúntate a ti mismo: “¿Qué es lo peor que me podría pasar si hicera lo que estoy postergando ahora mismo?”. Verás lo difícil que se te hace encontrar una razón de peso para justificarlo.
– Decide que no estarás cansado hasta el momento de meterte en la cama. ¿Cuántas actividades enriquecedoras rechazaste por sentirte “cansado” después del trabajo? La mayoría de las veces, el cansancio desaparece al poner el primer pie fuera de casa.
Y la más dura de todas:
– Observa tu vida y pregúntate a tí mismo si ahora estás haciendo lo mismo que harías si te quedaran 6 meses de vida. Si no es así, empieza a tomar acción de la forma que te cuento en la estrategia del caracol 😉 Te ayudará a ver de forma mucho más clara los pasos que debes dar para llegar a tu meta.
¿Dónde puedo aprender más sobre procrastinación?
Tengo que decirte que todo lo que te cuento en este post sobre la procrastinación lo apendí del libro Tus zonas erróneas de Wayne W. Dyer. Puedes encontrarlo en Amazon haciendo clic en el enlace superior y compeltar todo lo que te enseña con la película El cambio.
Para mí suponieron un antes y un después en mi vida.
Ahora te toca a ti: deja de procrastinar en los comentarios de este post
Escribe un comentario con la tarea que llevas procrastinando durante más de una semana en este post y comprométete a terminarla en 7 días. O si lo prefieres, también puedes compartir una experiencia positiva que hayas tenido al poner fin a la procrastinación de una tarea.
Psst, yo ya cumplí con la mía aquí (síiii es un enlace al Facebook Live del sorteo de Tupper Master) 😉
Diego Artola
24 Nov 2017Muy bien explicado la causa de la procrastinación, y muy buenos consejos Anna.
Lo del planning y lo de los 10 minutos me lo anoto ya 🙂
Un abrazo!
Anna
25 Nov 2017Hola Diego!
Qué ilusión verte por aquí 🙂
Justo estas son las 2 mejores estrategias que me van a mí, espero que te sirvan!
Un fuerte abrazo,
Anna.
Sara
12 Dic 2017Hay diferencia entre procrastinar y ser irresponsable…
Lo primero sólo perjudica a uno mismo.
Lo segundo, a uno mismo y también a los demás.
Lo que hizo con su comunidad me huele más a lo segundo que a lo primero.
Los tips están muy buenos, los voy a anotar para ponerlos en práctica.
Las personas multitarea vivimos procrastinando, es un problema serio.
Anna
12 Dic 2017Hola Sara!
Muchas gracias por tu comentario, espero que te sirvan los tips! 🙂
La procrastinación es algo que tiene cura, aunque alguna que otra vez recaigamos.
Un abrazo,
Anna.
Mika
11 Jun 2021Muy buen post Anna, muchas gracias por compartirlo!
Conozco el libro que mencionas y me pareció fascinante la explicación del Dr. Wayne Dyer sobre este tema particularmente, nunca lo había pensado de esa manera y es verdad que nos engañamos sin darnos cuenta y al final de cuentas son solo trucos mentales, pero es seguro que después de leerlo ya nos resulta más dificíl caer en ellos!
Te cuento que llegué a tu blog porque Angel de Vivir al máximo lo menciona en la promoción de uno sus cursos y te digo que tu blog me ha parecido tan bueno que seguro hará que ese curso se venda solo!! 🙂
Anna Raventós
12 Jul 2021Hola, Mika!
Gracias por tu comentario. Me alegro mucho que Ángel Alegre te haya traído por aquí y que te ayudase este post 🙂
Espero que te anime a sacar el blog, mensaje que tienes dentro y compartirlo con los demás.
Un abrazo,
Anna.