Recuerdo a mi padre comiendo piña de postre en muchas ocasiones, alegando que le ayudaba a digerir mejor la comida y le dejaba un sabor refrescante en el paladar. Así que decidí prepararle un postre que le transmitiera la misma sensación, y el resultado fue esta delicada mousse de piña; de textura suave y sabor fresco, dulce y tropical.
La primera mousse que preparé fue en la escuela de cocina. Era de chocolate y quedó tan esponjosa que al clavarle la cuchara oías el “crr crr” tan característico de esta textura, que te hacía salivar antes de probar el primer bocado.
Con la que te presento hoy, ¡te ocurrirá lo mismo que a mí! Normalmente, la mousse se prepara a partir de claras de huevo y/o nata para cocinar. Al montar estos ingredientes al punto de nieve, se forman las burbujitas de aire responsables de su textura esponjosa. ¡Sólo eso! Y el resultado final es tan especial y delicado que parece fruto de largo tiempo en la cocina, ¿verdad?
Espero que con esta receta te animes a preparar tu primera mousse para alguien a quien quieres (como hice yo), ¡o simplemente te regales un postre creado para disfrutar!
- 190 gr. harina de trigo
- 125gr. mantequilla
- 65 gr. azúcar glas
- 780 gr. piña en almíbar en su jugo.
- 150 gr. azúcar
- ½ limón (zumo)
- 8 hojas de gelatina
- 320 gr. crema de leche (nata para montar).
- 350 ml. zumo de piña (del bote de piña en almíbar).
- 2 hojas de gelatina.
- Antes de empezar, precalienta el horno a 160ºC con calor arriba y abajo y deja la mantequilla a temperatura ambiente para que se ablande.
- Mezcla la harina tamizada con el azúcar glas, añádele la mantequilla poco a poco y trabaja la masa hasta que quede firme. Puedes hacerlo con el accesorio mezclador de tu robot de cocina o con las manos, lo importante es que al final hagas una bola grande.
- Seguidamente y con la ayuda de un rodillo, aplánala sobre papel vegetal (1'5- 2 cm.) e introdúcela dentro del molde redondo en el que elaborarás la mousse.
- Pincha la base con un tenedor para que no suba y hornéala 20 minutos. Es importante vigilar que no se dore demasiado o hará falta retirarla antes del horno.
- Pon el cuenco y las varillas con las que vas a montar la nata en el congelador para que estén bien frías y la nata monte mejor. También tienes que poner las hojas de gelatina a hidratar en agua a temperatura ambiente.
- A continuación, tritura la piña con el azúcar usando el túrmix.
- Haz zumo de medio limón y mézclalo en un recipiente con las hojas de gelatina sin escurrir. Déjalo un minuto en el microondas a temperatura alta para que se disuelvan.
- Añade el zumo con la gelatina a la piña triturada. Es muy importante que lo hagas así ya que si incorporas el zumo en la nata, te cuajará y por muy bien que la hayas montado, se convertirá en bolitas pequeñas más parecidas al queso cottage que a una mousse.
- Finalmente, incorpora gradualmente la nata a la mezcla de piña con el accesorio mezclador de tu robot de cocina o con una lengua haciendo movimientos envolventes de arriba a abajo.
- Añade la mezcla al molde que vayas a usar y deja que cuaje en la nevera un mínimo de 2 horas.
- Una vez la mousse ha cuajado, separa 300ml de zumo de piña y añádele 2 hojas de gelatina previamente hidratadas y sin escurrir. Pon el recipiente en el microondas hasta que la gelatina se disuelva.
- Esparce la mezcla por encima de la mousse cuajada y espera un mínimo de 1 hora, hasta que quede compacta. ¡Ya la tienes! 🙂
La receta de la base de galleta la he sacado de aquí.
A tener en cuenta para preparar la mousse de piña:
Tal vez te preguntes si puedes usar piña natural en vez de piña enlatada. La verdad es que nunca lo he probado pero si lo hicieras, te recomiendo que uses agar-agar en vez de hojas de gelatina ya que la piña tiene un componente capaz de hidrolizar las proteínas, así que la gelatina no te cuajaría.
El mejor molde que he encontrado hasta ahora para preparar una mousse de piña (o de lo que sea), es el de Lékué. Para esta receta, he usado el de 23cm que puedes ver aquí. En el caso de que dispongas de un molde igual pero metálico, puedes comprar una cinta de acetato y forrarlo por dentro antes de rellenarlo con la mousse.
Para simplificar la receta, haz la mousse de piña con 5 hojas de gelatina y sírvela en vasitos. Otra opción es hacer una base de galletas trituradas con mantequilla.
Finalmente y dada la variedad de marcas de piña enlatada, quiero que sepas que la mousse queda igual de rica con un mínimo de 480 gr. de piña. Te lo comento por si quieres ahorrarte de comprar un bote extra 😉
¿Cómo te quedó?
¿Habías hecho mousse alguna vez? ¿De qué? ¿Cuál es tu favorita? Comparte la foto de tu mousse en Instagram usando el hashtag #setuchef o cuéntamelo en la sección de comentarios.