“¿Y esto que es?”
Probablemente, todos nos hemos preguntado lo mismo la primera vez que vemos un romanescu.
Este psicodélico alimento es un híbrido entre el brécol y la coliflor. Su sabor es parecido al del brécol, pero con un regusto almendrado mucho más suave. Si quieres saber más sobre su historia te recomiendo el artículo Dios no creó el brócoli de la web Naukas.
A pesar de que el romanescu empezó a comercializarse en los 80, no es habitual en las fruterías y verdulerías. El de la foto me llegó con la cesta de Can Perol, y me pareció tan increíble que decidí buscar una receta que mantuviera su aspecto lo más intacto posible.
El resultado es un bosque como el que puedes ver arriba, acompañado una cremosa bechamel de calabaza. ¿Sencillo, verdad?
Y es que, muchas veces, la clave no está en saber cocinar; sino de hacerlo con ingredientes de calidad que den un sabor genuino a tus platos. Y eso es lo que ocurre en esta receta.
Es una guarnición muy interesante ya que nos sirve para acompañar tanto carnes como pescados excelentemente. Si aún no te atreves con la bechamel o te da un poco de pereza, te propongo una variante más express. Sígueme y te lo cuento.
- 1 Brècol romanescu
- Champiñones (opcional)
- Queso para gratinar
- 500 ml. leche entera
- 30 gr. mantequilla
- 20 gr. harina
- 200 gr. calabaza hervida hecha puré
- Nuez moscada
- Pimienta blanca
- Sal
- Por empezar, limpia el romanescu, pesa los ingredientes que vas a necesitar para la bechamel y precalienta el horno a 180ºC.
- Trocea el brécol romanescu a tallos pequeños y hiérvelos en agua con una pizca de sal durante 8 minutos.
- Escúrrelo y colócalo en una bandeja de horno con papel vegetal. Así te será más fácil de limpiar
- Prepara la bechamel como indico abajo y espárcela por encima del romanescu.
- Cubre la bandeja con un poco de parmesano rallado.
- Hornea durante 15'-20', hasta que el queso haya gratinado.
- Calienta la leche en un cazo hasta que empiecen a salir burbujitas. Apaga el fuego y reserva.
- En otro cazo, derrite la mantequilla y añade la harina. Remueve bien con las varillas a fuego medio hasta que la mezcla coja color a tostado.
- Añade la leche calentada y remueve con las varillas sin parar hasta que haya espesado. Verás que está en su punto cuando las varillas dejen el rastro de un hilo.
- Añade la calabaza triturada y remueve hasta que se integre y la bechamel se vuelva ligeramente anaranjada.
- Por terminar, añade la pimienta blanca, la nuez mocada y la sal al gusto. Remueve y ¡ya la tienes!
A tener en cuenta:
Para potenciar el sabor de la bechamel de calabaza, prueba con añadir una pizca de “4 especias”, las mismas que se usan para preparar el pastel de calabaza. Otra forma de potenciar su sabor es añadiendo más calabaza triturada.
Si quieres una variante express, te recomiendo sustituir la bechamel por una salsa de calabaza triturando los siguientes ingredientes: 100 ml leche entera, 50 ml nata para cocinar y 200 gr calabaza hervida hecha puré.
¿Has probado el romanescu?
Cuéntame si te gustó en la sección de comentarios o etiquétame en Instagram con el hastag #setuchef si lo preparas en casa 🙂 ¡Me encantará ver cómo te ha quedado!
Irene Guirao
16 Feb 2016Que rica!! Me ha encantado eso de la bechamel de calabaza 🙂 Lo he visto alguna vez en el mercado, pero nunca me había atrevido a comprarlo porque no sabía como iba a quedar. Un abrazo Anna!!
Anna
16 Feb 2016Hola Irene! Que ilusión verte por aquí! A mi me pasaba igual, nunca me había atrevido a prepararlo y la verdad es que da mucha presencia a los platos y se prepara igual que el brécol. Un abrazo!