La pimera vez que preparé fajitas mexicanas fue hace muchos años. Me habían contratado para una promoción de una marca muy conocida en supermercados. Montaban un stand con cocina en el centro, te vestían de amarillo y te mandaban a hacer un showcooking cada 2 horas.
A parte de cocinar y ofrecer para degustar, tenía que dejar muy claro lo siguiente:
- La marca era mejor que la marca blanca.
- La receta no picaba (habían sacado una versión española de la salsa sin picante).
- Las fajitas mexicans eran la salvación ante la necesidad de preparar una cena rápida y fácil. Especialmente si se compraban el pack entero de fajitas + salsa + mezcla de carne y verduras congeladas.
La verdad es que había peleas. Se hacían unas colas larguísimas y mucha gente me decía que le diera una racción de más para su mujer, hijo, primo, hermano… Que le esperaba unos metros más allá con el carro. Ni te cuento la que se liaba cuando el que venía detrás se enteraba que era mentira 😂
La promoción duró cuatro fines de semana y lo pasé genial. Es de aquellos trabajos que no harías durante toda tu vida pero que por unos días no están nada mal.
Después de la promoción pasé bastante tiempo sin prepararlas de nuevo. Hasta que un día me llamaron y me pidieron un taller de platos muy muy fáciles para una cena de cumpleaños. Automáticamente me vinieron a la cabez y empecé a hacer pruebas, esta vez con seitán.
Si ya tienes mi libro Tupper Master, sabrás que es una proteína vegetal que se suele usar como sustituto de la carne. La textura es de lo más parecida (sin emocionarse ehhh, que no se trata de lo mismo). Sin embargo, suele funcionar genial con carnívoros que se inician al mundo de la comida con menos carne.
Este último mes pasé la receta con esta variante de seitán a 3 personas distintas que me pidieron consejo sobre qué cocinar en una cena con amigos o con su pareja. Me gusta recomendar las fajitas ya que no hay margen de error, es muuuuuy difícil que te salgan mal. De modo que aunque nunca suelas cocinar, conseguirás un resultado así de vistoso sin tener que pasarte la tarde cocinando.
¿Te animas?
- 500 gr. seitán o pollo
- 200 gr. cebolla
- 160 gr. pimiento verde
- 160 gr. pimiento rojo
- 150 gr. pimiento amarillo o zanahoria
- 8 tortitas para fajitas
- Hojas de lechuga
- Salsa de soja y especias al gusto
- Corta el seitán y todas las verdura a tiras muy finas y saltéalo todo en la sartén con un poquito de aceite de oliva hasta que las verduras estén blandas (15 minutos). Si ves que se te pegan en la sartén, añade un poquio de agua para que no te queden demasiado aceitosas.
- Mientras las verduras se están cociendo es importante que las sazones con especias al gusto para que todos los ingredientes se impregnen del sabor. A mí me encanta la mezcla de salsa de soja y un poquito de curri.
- Calienta las toritas para burritos durante 10 segundos en el microondas o durante 2 mintuos en una sartén vuelta y cuelta para que se tosten.
- Monta las fajitas como en la foto:
¿Qué otros ingredientes añadirías a las fajitas mexicanas?
Ahora te toca a ti. Cuéntame cuál es tu versión favorita, qué especies le añades o con qué tipo de carnes las preparas.
En cualquier caso, si te ha gustado este tutorial sobre cómo hacer fajitas mejicanas, compártelo con tus amigos. Tal vez alguno se anime a prepararlas para ti 😀